Los virus pueden manipular a las plantas en su propio beneficio


Un argumento recurrente en las películas de terror es el del virus que se propaga convirtiendo en zombi a todo aquel que infecta. Estos zombis tienen una serie de características comunes: 1) viven más que un humano no infectado, lo que aumenta las posibilidades de infectar nuevos individuos, 2) el virus se multiplican a grandes niveles en la persona que infecta convirtiéndola rápidamente en un zombi, 3) los zombis pierden la capacidad de reproducirse; y 4) son agresivos, lo que facilita la transmisión del virus a otros individuos no infectados. Estas características, en último término, lo que indican es que el virus manipula al individuo infectado para propagarse más eficazmente. Un grupo de investigadores del CBGP ha analizado si los virus de plantas podrían tener un comportamiento similar, estudiando la evolución del virus Turnip mosaic virus (TuMV) en uno de sus huéspedes naturales: Arabidopsis thaliana. Los resultados de este estudio indican que, en este huésped, TuMV evoluciona de tal modo que alarga la vida de la planta y aumenta el nivel de acumulación viral en ella, lo que se asocia con la esterilización de la planta (es decir, esta no producen semillas). Además, la infección produce un cambio del color de las hojas, de modo que éstas atraerían con mayor eficacia a los pulgones, que son los principales insectos transmisores de TuMV. Más allá de comparaciones entre la realidad y la ficción, este trabajo supone un avance en el conocimiento de cómo los virus de plantas manipulan al huésped en su beneficio.

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Figura 1. Inflorescencia y hoja de roseta de una planta de Arabidopsis thaliana sin infectar (izquierda), de una planta infectada con el genotipo de TuMV ancestral (centro), y de una planta infectada con el genotipo de TuMV evolucionado



Publicación Original:

Vijayan, V; López-González, S; Sánchez, F; Ponz, F; Pagán, I. 2017. "Virulence evolution of a sterilizing plant virus: Tuning multiplication and resource exploitation". Virus Evolution. DOI: 10.1093/ve/vex033".

 

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