Análisis estructurales ayudan a explicar la interacción entre lipocalinas humanas y exógenas en inmunidad innata y alergenicidad
Los humanos y sus animales domésticos comparten moléculas que desempeñan un doble papel: fisiológico en inmunidad innata y patológico, como alérgenos. Varios alérgenos animales pertenecen a la familia de proteínas de las lipocalinas y algunos alérgenos de plantas tienen semejanza estructural con esas proteínas. El plegamiento característico en barril b con una gran bolsa central en forma de cáliz está altamente conservado entre especies. En el caso particularmente importante de la lipocalina 2 humana (LCN2), esa bolsa es un sitio de unión a ligandos con alta afinidad hacia moléculas que coordinan hierro (sideróforos). Esta circunstancia permite a LCN2 secuestrar hierro a patógenos actuando así con un efecto bacteriostático.
Con independencia de su origen animal o vegetal, las lipocalinas albergan ligandos sideróforos, lo que determina de forma crítica tanto sus propiedades inmunomodulatorias como alergénicas. Se sabe que en su forma cargada con ligando las lipocalinas humanas inducen células T reguladoras mientras que en su forma vacía promueven respuestas Th2 e inflamación. Aunque no se ha dilucidado todavía la interacción entre lipocalinas exógenas y la LCN2 humana, se puede conjeturar razonablemente que deben interferir entre sí, bien vía receptores o bien vía captura de ligandos comunes.
Figura. Superposición estructural de lipocalinas humanas y animales. Las lipocalinas humanas LCN2 y LCN1 están en amarillo y rojo, respectivamente, y otras lipocalinas animales se han coloreado en tonos pálidos como sigue: Bos d 5 (leche de vaca) rosa pálido, Equ c 1 (caballo) naranja claro, Can f 2 y Can f 4 (perro) blanco azulado y azul claro, respectivamente, Fel d 4 (gato) cian claro y Mus m 1 (ratón) verde claro. La imagen rotada de la derecha muestra una vista superior de la cavidad con forma de cáliz.