Mientras que las ontologías se han convertido en un elemento habitual en los análisis biológicos en la pasada década, los tipos de ontologías que son usados más a menudo han sido diseñados fundamentalmente para la intuición humana más que para análisis automáticos; estas ontologías contienen construcciones lógicas vagas, que, contextualmente, tienen sentido para la gente, pero no pueden ser usados por las máquinas para interpretar de forma automática conjuntos de datos. En este artículo se ha propuesto y demostrado la ejecución y utilidad del proceso, convirtiendo una ontología existente, de tal forma que se genere estado de la misma más enriquecido y riguroso. Luego mostramos como esta ontología, que fue usada previamente de forma exclusiva por humanos, puede ser aplicada para interpretar de forma automática fenotipos complejos, clasificándolos dentro de varias enfermedades y estados de riesgo.